Poetas de Panamá

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Ricardo Miró

Ricardo Miró fue un escritor perteneciente al modernismo, nacido en Ciudad de Panamá el 5 de noviembre del año 1883 y fallecido el 2 de marzo de 1940. Siendo todavía un adolescente, se trasladó a la capital de Colombia con el objetivo de continuar estudiando, aunque al poco tiempo se vio forzado a regresar a su tierra, dada la terrible guerra civil que tuvo lugar en el año 1899. Entre sus ocupaciones más importantes, colaboró durante una década con la revista denominada El Heraldo de Istmo, publicación que vio impresas sus primeras poesías, y realizó labores de tipo diplomáticas, que lo llevaron a vivir un tiempo en el continente europeo.
Si bien la porción más prominente de su obra es la poética, fue autor de una serie de cuentos que fueron publicados en diarios y revistas de su país; Miró nunca tomó la decisión de reunirlos en un libro, pero muchos años después de su fallecimiento, su colección completa fue incluida en un ensayo. Cabe mencionar que existe un premio que lleva su nombre y que representa un reconocimiento de gran prestigio para las personas de Panamá que dedican sus vidas a las letras. Podemos mencionar sus libros «Preludios» y «Caminos silenciosos«, y sus poemas «Patria» y «La última gaviota«.

La última gaviota

Como una franja temblorosa, rota

del manto de la tarde, en raudo vuelo
se esfuma la bandada por el cielo
buscando, acaso, una ribera ignota.Detrás, muy lejos, sigue una gaviota
que con creciente y pertinaz anhelo
va de la soledad rasgando el velo
por alcanzar la banda ya remota.De la tarde surgió la casta estrella,
y halló siempre volando a la olvidada,
de la rauda patrulla tras la huella.Historia de mi vida compendiada,
porque yo soy, cual la gaviota aquella,
ave dejada atrás por la bandada.

Demetrio KorsiDemetrio Korsi fue un hombre polifacético que exploró, entre otras cosas, la poesía, el periodismo y el dibujo; nació en la ciudad de Panamá en el año 1899 y falleció en la misma ciudad en 1957. En su juventud, viajó a Estados Unidos y comenzó a cursar la carrera de Medicina; sin embargo, debió interrumpir sus estudios para regresar a su país. Más tarde, incursionó en Derecho, aunque también se vio forzado a abandonarla por problemas de salud. Su primer acercamiento a la literatura en el plano profesional se dio a través de colaboraciones con diversos periódicos y revistas, tanto nacionales como internacionales. Las críticas que recibió con sus publicaciones tempranas fueron siempre positivas, y esto lo motivó a lanzarse de lleno a una carrera literaria.
Fuera del ámbito de las letras, fue representante del consulado de Panamá en ciudades de distintas partes del mundo: San Francisco, El Havre, Burdeux, Marsella, Kingston y Jamaica.
Entre la extensa lista de libros de su autoría, encontramos los poemarios «Tierras Vírgenes«, «Bajo el Sol de California«, «El Grillo que Cantó Sobre el Canal» y «Canciones Efímeras» y las novelas «Leyenda Bárbara» y «Escenas de la Vida Tropical«. Sus versos, elegantes y cuidados, se pueden apreciar en el poema «Nunca mía«.


 

Consuelo TomasConsuelo Tomás nació en Bocas del Toro (Panamá) en 1957. Es una escritora que ha destacado en la literatura de su tierra y ha conseguido llevar las letras panameñas a otros países del mundo.
Además de cultivar la narrativa y la poesía, es actriz de teatro de títeres y licenciada en Trabajo social; en reiteradas ocasiones ha sido invitada a participar de encuentros literarios, consiguiendo viajar a otros países como España, Alemania, Argentina y Cuba. La gran mayoría de sus creaciones han sido publicadas en revistas y traducidas a numerosos idiomas.
Junto a Miriam Augusto fundó la compañía teatral «Cataplún» que realizaba representaciones de títeres y para la cual ella no sólo trabajó de actriz sino que también compuso canciones y fue co-autora de adaptaciones y guiones.
Posteriormente trabajó de editora para el plegable «Temas de Nuestra América», «Década», y como co-editora para las revistas «Este país» y «Pensamiento propio de Nicaragua». En 1988 fundó junto a otros la Asociación Cultural AlterArte. Además forma parte de la Comunidad Centroamericana de Escritores.
Entre sus obras se encuentran «Confieso estas Ternuras y estas rabias«, «Cuentos Rotos» y «Lágrima de Dragón«. En esta web podrás leer algunas de sus poesías, tales como «A veces» y «Cuando un pedazo de sol«.

Cuando un pedazo de sol…

Cuando un pedazo del sol agonizaba en mi ventana

Y tus ojos miraban caer meteoros de cruda lejanía
Yo contaba los hijos que perdí en guerra sin nombre
Los animales enjaulados en mi boca
Y los dias vagabundo
Con el musgo entre mis piernas que no tuvo sello
Barcos fantasmas vi partir desde mi cuerpo
Mordí la ácida fruta de los nocturnos desamparos
Y las horas incrustaron alfileres de veneno
En mi carne fugitiva.

Javier AlvaradoJavier Alvarado es un joven poeta nacido en Panamá el 28 de agosto de 1982, Licenciado en Lengua y Literatura Españolas. En su corta trayectoria, ha sido premiado en numerosas ocasiones y ha recitado sus poemas por muchas partes del mundo como Cuba, México, Chile, Inglaterra, Escocia, Canadá, entre otros.
Entre los premios recibidos más destacados podemos enumerar el Premio Nacional de Poesía Joven de Panamá, Premio de Poesía Pablo Neruda, Primer Premio de los X Juegos Florales Belice y Panamá y Premio Internacional de Poesía Rubén Darío de Nicaragua.
Desde el año 2001, Alvarado ha publicado ya más de una decena de poemarios, entre los que se encuentran «Tiempos de vida y muerte«, «Poemas para caminar bajo un paraguas» y «El mar que me habita«.

La muerte y su barco

La muerte regresa a tientas con su barco
Escupe sus negros esclavos, sus piezas de mercadería
Regresa desde los sueños en forma de galeón o de canoa
Es en nosotros que vive con su llanto sumergidoA veces me pregunto a quien llaman mis padres
Desde la senilidad con sus tantas voces;
Por qué se repiten mis abuelos en los mismos hábitos
De hablar con la nada
O de esparcir sus fotografías
En el garabato de la niebla?Aún no se esconden las cosas presentes y los veo
Jugar con los nietos, que permanecerán cantando para siempre
Cuando hay brea sobre estos puertos
O gaviotas confusas que se posan en los mástiles y en las cuerdas
A diatribar con los gallotes.No hay más misterios nivelados que observar el mar
Y su llanto sumergido,
Esos dioses gemebundos
Que bostezan despacio o que se llenan la boca con fabulaciones
De foca o de ballena.Es este miedo a respirar las sales que ya conozco
A visitar esos puertos donde se quedó mi cuerpo de tritón
O de almirante,
Escribir los mismos poemas
Que circularon con las estrellas de la espuma, o recordar
Esa balada que va en la boca de los longorongos
Que gritan sus orgasmos repletos de fiebre;Vegetar en mi espejo que se vuelve un caracol henchido
O una furia oceánica que se repite como un triste maremoto.Por eso atestiguo el recolectar con mi caña de pescar estas imágenes.
Estas verdades que tiemblan y se agitan en el fondo
De todas las nadas como peces que resguardan la tranquilidad del aire
O como burbujas secas que se quedan vacilando
En mis manos como medusas.

La muerte me llevará a todos los puertos
E irá doblando mis pantalones y mis restos de equipaje.

Seré más oscuro o luminoso cuando recorra
Las huestes y las epopeyas de otros mares, seré joven o viejo
O quizás oblicuo como todo resplandor que nace.
A veces creo que cada día
La muerte nos prepara para entrar en su barco.


 

José FrancoJosé Franco es un destacado poeta panameño, nacido en Veraguas el 24 de marzo del año 1936. Se licenció en Letras a través de la Universidad de Panamá y además de su labor como escritor se ha dedicado intensamente al periodismo, ocupando cargos directivos y creativos, tanto en periódicos como entidades gubernamentales relacionadas con la difusión de la cultura. Por otro lado, representó a su país en más de una ocasión en carácter de embajador, lo cual le permitió entrar en contacto con otras culturas latinoamericanas. Ciertamente, su trabajo no ha pasado desapercibido, ya que en innumerables ocasiones recibió premios y reconocimientos de gran talla, tanto por su labor en el campo de la comunicación social como por su producción literaria, donde no sólo se encuentran sus celebrados poemarios, sino también obras pertenecientes al género dramático y narrativo.
Franco es un escritor muy prolífico, con un repertorio de creaciones que le ha merecido un gran respeto en el mundo de la literatura. Entre sus obras más conocidas, encontramos los poemarios «Panamá Defendida«, «Dormir con los Muertos» y «Una Cruz Verde en el Camino«, las novelas «El Panteón de los Callejones«, «Las Luciérnagas de la Muerte» y «Operación Plutonio 239«, y la obra de teatro «Redobles al Amanecer«.

Panamá defendida (I)

No he de callar, por más que con el dedo,

y tocando la boca o ya la frente,
silencio avises o amenaces miedo
.
Francisco de QuevedoLa Patria es el recuerdo
Ricardo MiróIEntonces fue la Patria
los caminos del indio.
Los playones,
las montuosas
serranías atlánticas,
las salinas del mangle
y los estuarios.
Fue la Patria la tribu,
los juncales,
el fastidio del humo
en los bohíos,
la sierra agreste,
anónima.
Pesarosos, hostiles,
los senderos del hombre
fueron ríos,
cordilleras de rocas
y jaguares.Del turbulento Atrato
al Chiricano suelo pastoril,
la Patria ha sido siempre
los andantes caminos.
los galopes
del aire inmemorial,
territorio
de tránsito perpetuo.
La selva, las raíces,
la hierba adusta,
huraña,
las pesarosas tumbas
aborígenes,
seguían los pantanos,
las chozas familiares,
las aldeanas inscripciones
cerca de los riachuelos
solitarios,
donde nacen remansos
y marismas,
Y el cardumen remonta
los bajíos.Simples, rústicos
troncos ágiles,
fueron los indios flechas,
rupestres signos, manos
ornamentales; ollas
profundas de almidón
alfarero.
Modelaron el barro,
las hamacas
del viento forestal,
las estatuarias
costas del Pacifico:
sonoras, armoniosas,
asientos del crepúsculo
y la espiga.
Porque antaño el maíz,
esmalte y fuego,
panal de arcilla roja,
fue corteza
en las ‘Chakjaras’,
atavío textil,
sueño multicolor
del cántaro y la sangre.

¡Oh cenizas del indio en mi memoria!
Hallo en tu cesta rota
la liturgia
del vaso funeral;
que el hombre es sólo barro,
mortal ánfora,
polvo común del tiempo
y el olvido.
Quizás en la amargura
de la piedra
tu muerte se prolongue,
dulce ocarina lánguida,
sementera filial,
danza de los abuelos
enterrados.

Me remonto a la noche
de tu primo elemento;
eras la red, la trampa
en el harpón, la pesca
humilde en los esteros.
Tus palabras
indagaron la tierra,
las azules
leyendas de los Dioses.
las videncias
del primer jeroglífico
en la luna.
Padre nuestro del Istmo,
candil trate.
Lirio de los volcanes
y el relámpago.
En tu nombre mi Patria
se hace origen,
texto de la palabra funeral,
remota imagen
del llanto memorable.

Fuente de información:

http://www.poemas-del-alma.com