Guatemala

Guatemala (en náhuatl: Quauhtlemallan, ‘lugar de muchos árboles’)? —oficialmente, República de Guatemala— es un Estado soberano situado en América Central, en su extremo noroccidental, con una amplia cultura autóctona producto de la herencia maya y la influencia castellana durante la época colonial.

A pesar de su relativamente pequeña extensión territorial, Guatemala cuenta con una gran variedad climática, producto de su relieve montañoso que va desde el nivel del mar hasta los 4220 metros sobre ese nivel. Esto propicia que en el país existan ecosistemas tan variados que van desde los manglares de los humedales del Pacífico hasta los bosques nublados de alta montaña. Limita al oeste y al norte con México, al este con Belice, el golfo de Honduras (mar Caribe) y la República de Honduras, al sureste con El Salvador, y al sur con el océano Pacífico. El país posee una superficie de 108 889 km². Su capital es la Ciudad de Guatemala, llamada oficialmente «Nueva Guatemala de la Asunción». El idioma oficial es el español, aunque existen veintitrés idiomas mayas, los idiomas xinca y garífuna, este último hablado por la población afrodescendiente en el departamento caribeño de Izabal.
Guatemala está situada dentro del área geográfica conocida como Mesoamérica. Dentro de sus límites territoriales se desarrollaron varias culturas. Entre ellas la Civilización Maya que fue notable por lograr un complejo desarrollo social. Sobresalió en varias disciplinas científicas tales como la arquitectura, la escritura, un avanzado cálculo del tiempo por medio de las matemáticas y la astronomía. El calendario maya que según los historiadores, era más preciso que el calendario gregoriano que utilizamos hoy en día. Eran cazadores, agricultores, practicaban la pesca, domesticaban animales como pavos y patos; se trasportaban en canoas para navegar por los ríos y para viajar a las islas cercanas. También destacaron en la pintura, la escultura, la orfebrería y la metalurgia del cobre, tejían el algodón y la fibra de agave, desarrollaron el más completo sistema de escritura en América prehispánica, entre los deportes que practicaban se destaca el juego de pelota, el cual más que un juego era un ceremonia.

En 1523 los conquistadores españoles llegaron por el oeste, provenientes de México, bajo el mando del capitán Pedro de Alvarado, con la intención de explorar y colonizar los territorios de la actual Guatemala. Se enfrentaron primero con los k’iches, y luego se aliaron brevemente con los kaqchikeles, fundando su primer asentamiento el 25 de julio de 1524 en las cercanías de Iximché, capital de los kaqchikeles, villa que recibió por nombre Santiago de los Caballeros de Guatemala en honor al apóstol mayor.

El 22 de noviembre de 1527 esta ciudad fue trasladada al Valle de Almolonga (hoy el barrio de San Miguel Escobar en Ciudad Vieja, Sacatepéquez), debido al constante asedio que sufría por los ataques de los nativos. Ésta fue destruida en la madrugada del 11 de septiembre de 1541 por un alud de lodo y piedras que provino de la cima del Volcán de Agua,Nota 1 sepultando a la entonces capital de la región y enterrando a la ciudad con la mayoría de sus habitantes. Entre ellos estuvo la gobernadora doña Beatriz de la Cueva, viuda de Pedro de Alvarado. Esto obligó a que la ciudad fuera de nuevo trasladada al cercano Valle de Panchoy, unos 6 kilómetros aguas abajo, en donde actualmente se encuentra la ciudad de Antigua Guatemala.

En 1543 fue creada la Audiencia y Cancillería Real de Santiago de Guatemala, conocida simplemente como Real Audiencia de Guatemala o Audiencia de los Confines, era el más alto tribunal de la Corona española en el Reino de Guatemala, en el actual territorio de Guatemala, Belice, El Salvador, Honduras, Nicaragua y Costa Rica y el estado mexicano de Chiapas. Las órdenes regulares de sacerdotes dominicos se establecieron en 1529, mientras que los franciscanos lo hicieron en 1530 y los mercedarios en 1536.

Entre 1530 y 1531 el capitán Alonso de Ávila accidentalmente en su ruta de Ciudad Real hacia Acalán descubrió la laguna y peñol de Lacam-Tún. Los habitantes de esta zona que comerciaban con los pueblos previamente conquistados por los españoles evitaron un enfrentamiento directo utilizando la selva como refugio. Fueron varios los intentos infructuosos por conquistar a los lacandones: desde Nueva España lo intentó Juan Enríquez de Guzmán; desde la Península de Yucatán lo intentó Francisco de Montejo; desde Guatemala Pedro de Alvarado con el capitán Francisco Gil Zapata y desde Chiapa Pedro Solórzano.9 Entonces los dominicos intentaron realizar una conversión pacífica en las «Tierras de Guerra» de Tezulutlán.

Tras una serie de incidentes en La Española, la Audiencia de la isla le permitió Bartolomé de las Casas aceptar la invitación de Fray Tomás de Berlanga, al que acababan de hacer obispo del Perú, para ir a la Nueva Granada en 1534. Ambos embarcaron hacia Panamá, para luego seguir por tierra hasta Lima, pero en el transcurso del viaje hubo una tormenta que llevó al barco a Nicaragua, donde decide instalarse en el Convento de Granada. En 1535, propuso al Rey y al Consejo de Indias iniciar una colonización pacífica en zonas del interior inexploradas del reino guatemalteco; sin embargo, a pesar del interés mostrado por los consejeros de Indias Bernal Díaz de Luco y Mercado de Peñaloza, pero la solicitud es rechazada. En 1536 el gobernador de Nicaragua, Rodrigo de Contreras, organizó una expedición militar, pero Las Casas logró aplazarla un par de años informando a la reina Isabel de Portugal, esposa de Carlos V. Ante la hostilidad de las autoridades, Las Casas decide abandonar Nicaragua y se dirige a Guatemala.
Cronología de la conquista de Guatemala

Fuente de información:

http://es.wikipedia.org/wiki/Guatemala


Literatura

Se denomina literatura de Guatemala a la escrita por autores guatemaltecos, ya sea en cualquiera de los veintitrés idiomas que conforman el canon lingüístico del país, o en español. Aunque con toda probabilidad existió una literatura guatemalteca anterior a la llegada de los conquistadores españoles, todos los textos que se conservan son posteriores, y están además transliterados a caracteres latinos.

Son numerosos los textos que existen de este tipo, sin embargo los que sobresalen son el Popol Vuh, el Rabinal Achí, el Memorial de Sololá, el Título de los Señores de Totonicapán y el Título de la Casa Ixquín Nehaíb.
El Popol Vuh
Artículo principal: Popol Vuh

La obra más significativa de la literatura guatemalteca en idioma quiché, y una de las más importantes de la literatura hispanoamericana precolombina. Se trata de un compendio de historias y leyendas mayas, destinado a conservar la memoria de las tradiciones de la raza. La primera versión conocida de este texto data del siglo XVI, y está escrita en idioma quiché transcrito en caracteres latinos. Fue traducida al español por el dominico Fray Francisco Ximénez a comienzos del siglo XVIII.

Las leyendas incluidas en el Popol Vuh pueden dividirse en cuatro partes:

Creación del mundo y de los primeros seres humanos
Historias de Hunahpú e Ixbalanqué
Creación de los «hombres de maíz»
Listado de generaciones posteriores

La importancia del Popol Vuh radica en su carácter de compendio histórico-religioso, aunque con preponderancia del segundo elemento sobre el primero. Por esta conjunción de lo mítico y lo religioso, ha sido denominado la Biblia maya, y es un documento fundamental para conocer la cultura de la América precolombina.
Traducciones del Popol Vuh

Francisco Ximénez, O.P.: realizó las primeras traducciones del Popol Vuh, libro sagrado de los mayas y de los k’iche’s. La traducción no era exacta y estaba más orientada a catequizar a los indígenas guatemaltecos en la religión católica. Ximénez transcribió y tradujo el texto en columnas paralelas de k’iche’ y español. Más tarde elaboró una versión prosaica que ocupa los primeros cuarenta capítulos del primer tomo de su Historia de la provincia de Santo Vicente de Chiapa y Guatemala, que empezó a escribir en 1715. Los trabajos de Ximénez permanecieron archivados en el Convento de Santo Domingo hasta 1830, cuando fueron trasladados a la Academia de Ciencias de Guatemala. Nota 1 En 1854 fueron encontrados por el austríaco Karl Scherzer, quien en 1857 publicó el primer tallado de Ximénez en Viena bajo el título primitivo Las historias del origen de los indios de esta provincia de Guatemala. El abate Charles Étienne Brasseur de Bourbourg sustrajo el escrito original de la universidad, lo llevó a Europa y lo tradujo al francés. En 1861 publicó un volumen bajo el título Popol Vuh, le livre sacré et les mythes de l’antiquité américaine. Fue él, pues, quien acuñó el nombre Popol Vuh. El manuscrito original de Ximénez fue comprado por el coleccionista y hombre de negocios Edward E. Ayer, quien residía en Chicago, Estados Unidos. Como miembro del consejo de administración de una biblioteca privada de Chicago, tomó la decisión de donar su colección de diecisiete mil piezas a la biblioteca Newberry, un proceso que duró de 1897 a 1911. Hoy, un facsimilar del manuscrito está disponible en línea gracias a una colaboración de la Newberry y la Biblioteca de la Universidad Estatal de Ohio, bajo la dirección del profesor Carlos M. López.1 El facsimilar también está accesible en el sitio Archivos del Popol Wuj y las culturas mayas,2 en el que además se incluyen documentos y materiales relacionados con el manuscrito.
Adrián Recinos: en la década de 1940, localizó el manuscrito en la biblioteca Newberry y publicó la primera edición moderna en 1947. Esta versión está basada en el documento del abate Charles Étienne Brasseur de Bourbourg.3

El Rabinal Achí
Artículo principal: Rabinal Achí

El Rabinal Achí, en el original Xajooj Tun o «Baile del Tun», es una obra dramática, consistente en bailes y textos, que se conserva y se representa tal y como se debió representar originalmente. Se supone que data del siglo XV, y en él se narran los orígenes míticos y dinásticos del pueblo Kek’chi’, y sus relaciones con los pueblos vecinos. La historia cuenta cómo el príncipe de los Kek’chi’ lucha contra las tribus vecinas y, aunque inicialmente las derrota, posteriormente es capturado y llevado ante el rey Job’Toj, quien le concede volver a su pueblo para despedirse y bailar con la princesa por última vez.

El Rabinal Achí se representa durante la fiesta de Rabinal, el 25 de enero, día de San Pablo. Fue declarado Obra Maestra de la tradición Oral e Intangible de la Humanidad por la Unesco en 2005.
Época colonial: siglos XVI-XVIII

Los primeros escritores naturales de Guatemala que emplearon el idioma español en sus creaciones datan del siglo XVII. Entre ellos cabe mencionar a sor Juana de Maldonado (1598-1666), a quien se considera la primera poetisa y dramaturga colonial de Centroamérica, o el historiador Francisco Antonio de Fuentes y Guzmán que escribió la Recordación Florida.

En el campo de la poesía es de suma importancia el cultivo de formas poéticas tradicionales escritas para ser cantadas. Entre estas destaca especialmente el villancico destinado a los oficios de vísperas de las principales fiestas del año litúrgico. Esta era la única ocasión litúrgica en la que era permitido cantar en idiomas vernáculos, mientras todas las demás celebraciones eran exclusivamente en latín. En Guatemala como en todo el imperio español se compusieron sainetes, jácaras, tonadas, cantatas y villancicos sobre letras en castellano. Entre los autores de estos poemas, que fueron puestas en música por ellos mismos, sobresalen Manuel José de Quirós (ca. 1765-1790), Pedro Nolasco Estrada Aristondo, Pedro Antonio Rojas y Rafael Antonio Castellanos (ca. 1725-1791). Este último es uno de los más importantes en el mundo hispano y en la música de Guatemala.

Durante el siglo XVIII la literatura guatemalteca recibió la influencia del Neoclasicismo francés, como demuestran las obras didácticas y filosóficas de autores como Rafael García Goyena o Fray Matías de Córdoba.
Poetas

Rafael Landívar (1731-1793): poeta y sacerdote jesuita guatemalteco que describió a la Guatemala colonial del siglo XVIII en sus versos en latín de «Rusticatio Mexicana». El jesuita Landívar es considerado como el primer gran poeta de Guatemala. Obligado a exiliarse por la orden del expulsión dictada por Carlos III, viajó a México primero, y a Italia después, donde falleció. Escribió originalmente en latín su Rusticatio mexicana, de gran éxito, así como sus poesías de elogio al obispo Figueredo y Victoria.

Siglo XIX
Portada de Un viaje al otro mundo pasando por otras partes del escritor José Milla y Vidaurre. En esta obra -escrita durante su exilio en Estados Unidos y Europa (1871-1874)- presenta al personaje Juan Chapín, que representa al típico guatemalteco ladino del siglo xix.

Guatemala logró la independencia de España en el año 1821, en su deseo por establecer relaciones políticas y comerciales con otros países además de España. La literatura durante esta época está muy marcada por las luchas políticas, por lo que predominan el ensayo y el discurso como géneros literarios. Además, esta época ve el nacimiento del periodismo en Guatemala, con figuras como Antonio José de Irisarri.

Durante el siglo XIX comienza a desarrollarse la literatura guatemalteca independiente de la española, aunque siguieron recibiéndose importantes influencias europeas. Entre los escritores de esta época cabe mencionar a María Josefa García Granados y José Batres Montúfar -conocido simplemente como «Pepe Batres»-, quienes escribieron conjuntamente el Sermón para José María Castilla, una obra que resultó escandalosa para la época. El segundo es además autor del poema Yo pienso en ti, uno de los más conocidos de la literatura guatemalteca.

En la segunda mitad del siglo XIX triunfa el género novelesco, merced en especial a José Milla y Vidaurre, considerado como el «padre de la novela guatemalteca», que firmó algunas de sus obras con el seudónimo de «Salomé Jil», anagrama de su nombre. Entre sus obras destacan La hija del Adelantado (1866), Los Nazarenos (1867), El visitador (1867) y El libro sin nombre.

El modernismo hispanoamericano, heredero del simbolismo y del parnasianismo franceses e impulsado por el nicaragüense Rubén Darío, también tuvo sus representantes en Guatemala a finales del siglo XIX. En el campo de la poesía, cabe mencionar a Domingo Estrada, Máximo Soto Hall o María Cruz. Enrique Gómez Carrillo, escritor polifacético y conocido en Europa como el príncipe de los cronistas, representa el modernismo en la prosa.
Cronistas

Enrique Gómez Carrillo (1873- 1927): escribió alrededor de 80 libros, de géneros variados, aunque destacan principalmente sus crónicas internacionales, en las que ejercitó una prosa realmente modernista. Es famoso también por su vida bohemia y viajera; fue conocido en su tiempo alrededor del mundo de habla francesa y castellana como el «príncipe de los cronistas».4 5

Historiadores

Agustín Gómez (1838-1908): jurisconsulto e historiador, hijo del diplomático, jurista, escritor y periodista Ignacio Gómez y padre del escritor Enrique Gómez Carrillo. Fue rector de la Universidad Nacional,Nota 2 Alcalde de la Ciudad de Guatemala en 1899 y miembro de la Real Academia Española.

Novelistas

José Milla y Vidaurre (1822-1882): fue un escritor, periodista e historiador del siglo XIX, considerado uno de los fundadores de la novela en la literatura guatemalteca; en especial, él destacó en la narrativa histórica. También fue Ministro de Relaciones Exteriores y embajador de Guatemala ante los Estados Unidos durante el gobierno del general Rafael Carrera (1851-1865), siendo uno de los firmantes en 1859 del decreto en donde se cede Belice a la Gran Bretaña para explotar madera, a cambio de la construcción de una vía de comunicación entre la capital de Belice y la de Guatemala (carretera que Inglaterra jamás construyó). Estuvo entre el grupo de periodistas que fundaron el Diario de Centro América en 1890.

Poetas

José Batres Montúfar (1809-1844): escritor, político, ingeniero y militar que nació en la ciudad de San Salvador; hijo de José Mariano Batres y Asturias y de Mercedes Montúfar y Coronado. Provenía de la vieja alcurnia de familias coloniales. Se le ha llamado el mejor poeta guatemalteco del siglo XIX, por su obra intelectual sin parangón en las letras de ese tiempo en Guatemala, sólo comparable a lo que consiguió en la prosa el novelista José Milla y Vidaurre, promotor de la difusión de las composiciones de Batres Montúfar, prontamente olvidadas incluso en las décadas siguientes a su deceso. Entre muchos de los escritores que lo mencionaron, como Menéndez y Pelayo y José Martí, el célebre erudito de la literatura hispanoamericana Pedro Henríquez Ureña dijo de él: «El mejor de los poetas dotados del don del humor».

Siglo XX

En el siglo XX, la literatura de Guatemala alcanza un nivel comparable al de las demás literaturas de Hispanoamérica, gracias a la aparición de varias generaciones de escritores, y en especial a cuatro escritores fundamentales: el novelista Miguel Ángel Asturias (Premio Nobel de Literatura en 1967), autor de novelas como El Señor Presidente u Hombres de Maíz; el poeta Luis Cardoza y Aragón; el cuentista y novelista Augusto Monterroso (Premio Príncipe de Asturias de las Letras en 2000) y el dramaturgo Carlos Solórzano. En general, la literatura guatemalteca del siglo XX tiene una fuerte influencia de la vida política, como prueba el hecho de que sus principales autores debieran exiliarse durante las sucesivas dictaduras y guerras civiles que sufrió Guatemala.

Suele dividirse la literatura guatemalteca del siglo XX por generaciones o décadas. Las más importantes son:

La generación de 1910 o «del Cometa»
La generación de 192010 11 12
La generación de 1930 o «Grupo Tepeus»
La generación de 1940 o «Grupo Acento»
El Grupo Saker-ti (1944-1954)
La «Generación comprometida» (después de 1954)

Dramaturgos

Manuel Francisco Galich López (1913-1984): escritor, dramaturgo y político. Participó en la Revolución de Octubre de 1944 que terminó con el gobierno del general Federico Ponce Vaides y luego ocupó varios puestos en los gobiernos de Juan José Arévalo y de Jacobo Arbenz Guzmán entre 1944 y 1954, entre ellos Ministro de Educación y embajador de Guatemala en varios países de América del Sur. En 1977 recibió el premio Ollantay de Bogotá, por parte de la Federación de Festivales de Teatro de América.

Historiadores
Portada de la edición de Señor Monitot de Rafael Arévalo Martínez en 1922.

Juan José Arévalo Bermejo (1904–1990): educador y político guatemalteco. Hijo de Mariano Arévalo Bonilla y Elena Bermejo de Paz, estudió en la Universidad de Tucumán en Argentina tras obtener una beca de parte del gobierno del general Lázaro Chacón. En 1944, fue electo presidente de Guatemala para el período 1945 a 1951 tras la Revolución de 1944, siendo el primer presidente popularmente electo en ese país centroamericano; luego, durante el gobierno del coronel Jacobo Arbenz Guzmán fue embajador itinerante de Guatemala. Se definió a sí mismo como un socialista espiritual, que impulsó numerosas reformas para integrar a las clases más pobres de la sociedad guatemalteca, basado en el New Deal del presidente norteamericano Franklin D. Roosevelt; sin embargo, por ser estas reformas totalmente nuevas para Guatemala y ejecutadas durante la Guerra Fría, la derecha de su país lo tildó de comunista. Fue también un prolífico escritor, cuyas obras versan sobre temas de pedagogía e historia de Guatemala.
Rafael Arévalo Martínez (1884-1975): poeta, escritor, ensayista y dramaturgo, considerado uno de los antecesores del realismo mágico.15 Es uno de los escritores guatemaltecos más reconocidos de la «generación del 10».
Efraín De los Ríos
Federico Hernández de León (1883-1959): historiador, escritor y periodista. Estudió en el Instituto Nacional Central para Varones de Guatemala, de donde se graduó con el diploma de Bachiller en Ciencias y Letras en 1900.18 Activo políticamente, fue apresado durante los últimos años del gobierno del licenciado Manuel Estrada Cabrera, encontrándose recluido en la Penitenciaría Central de Guatemala cuando cayó el presidente el 14 de abril de 1920.19 Tras su liberación, entró directamente a hacerse cargo del Diario de Centro América, periódico semioficial de Guatemala en ese entonces.20 Posteriormente, editó el periódico Nuestro Diario, aguerrido periódico que dirigió junto a Carlos Bauer Avilés.21 Se caracterizó por publicar numerosas efemérides de la historia guatemalteca, en un sencillo ameno y tendencia abiertamente liberal.
Héctor Gaitán (1939-2012): locutor, periodista, historiador y escritor guatemalteco. Fue el creador del programa radial «La calle donde tú vives», que luego llevó a los diarios, a la televisión, y a libros impresos; en su obra presentaba crónicas sobre leyendas guatemaltecas de espantos y aparecidos.
Manuel Galich
Clemente Marroquín Rojas
Virgilio Rodríguez Beteta (1885-1967): Rodríguez Beteta fue un intelectual polifacético, interesado en la cultura maya, la historia, la política y la cultura de Guatemala. En 1917 escribió el libreto para la ópera Quiché Vinak y le propuso su realización al compositor Jesús Castillo, quien compuso la partitura de lo que sería la primera ópera sobre tema y música maya quiché.23 Junto a Adrián Recinos, fundó la revista jurídica El Derecho, y también fue uno de los fundadores de la Sociedad de Geografía e Historia de Guatemala. Dirigió el Diario de Centro América y posteriormente aceptó representar a Guatemala como embajador ante los gobiernos de Honduras, España, Chile y Colombia, siendo también embajador ante la Sociedad de Naciones en Ginebra, Suiza. Su edad madura la dedicó a la investigación histórica y politológica, publicando una serie de libros importantes sobre una variedad de temas en esas disciplinas.24 Era el padre del también escritor Virgilio Rodríguez Macal.
Carlos Wyld Ospina

Novelistas

Luis Cardoza y Aragón
Elisa Hall de Asturias (1900-1982): escritora e intelectual autodidacta. Proveniente de una familia de intelectuales, tras su matrimonio con José Luis Asturias, Elisa Hall se familiarizó con el trabajo monumental que su suegro, Antonio Asturias, realizaba con el afán de mantener al día la genealogía de la familia Asturias, desde el arribo del primer antepasado, Sancho Álvarez de Asturias, a Guatemala en la segunda mitad del siglo XVII. Fue así cómo Hall concibió la idea de escribir «Semilla de Mostaza», obra monumental para la que se documentó profundamente sobre la época de Sancho Álvarez de Asturias para escribir unas memorias que, narradas en primera persona y con un lenguaje arcaico, cuentan la vida en España de don Sancho de Asturias, y el porqué de su emigración al Nuevo Mundo en 1666. La obra, publicada en 1938, publicó una de las mayores polémicas literarias en Guatemala, pues hubo algunos eruditos que argumentaron que Hall de Asturias no podría haber escrito un documento tan magnífico.25 En 2011, la filóloga española Gabriela Quirante Amores, tras un análisis detallado de la obra, concluyó que Hall de Asturias era la auténtica autora.
Flavio Herrera (1895-1968): escritor, poeta y periodistas. Estudió en el Colegio de Infantes y en el Instituto Nacional Central para Varones. Con 13 años escribía artículos para la revista Juan Chapín. En 1918 se graduó de Abogado y Notario en la Universidad Manuel Estrada Cabrera.Nota 3 Durante el gobierno de Juan José Arévalo, fue embajador de Guatemala en Brasil y Argentina, y dirigió la Escuela Centroamericana de Periodismo. Cuando murió, el 31 de enero de 1968, donó su finca en San Antonio Suchitepéquez a la Universidad de San Carlos de GuatemalaNota 4 al igual que los derechos de autor de toda su obra. Sus novelas «El Tigre», «Caos» y «La Tempestad», conocidas en conjunto como «La Trilogía del Trópico», son lectura oficial en las escuelas públicas y colegios privados de Guatemala. Como poeta cultivó principalmente el género del Haikai (Hai-Kai).
Virgilio Rodríguez Macal (1916-1964): periodista, novelista y diplomático que logró varios premios tanto internacionales como nacionales, como el Primer Premio en Prosa, en la rama de novela, o los Juegos Florales de Quetzaltenango de 1950 gracias a sus novelas. Es uno de los novelistas más populares en la cultura centroamericana por sus publicaciones de estilo criollista. La mayoría de sus obras se ambientan en las selvas del Departamento de El Petén.

Periodistas

Rigoberto Bran Azmitia: fundador de la Hemeroteca Nacional
César Brañas (1899-1976): periodista, ensayista, crítico literario y poeta. Como periodista, colaboró durante años en el periódico El Imparcial del que fue fundador, estaba a cargo de la sección cultura y escribía una columna para compartir sus pareceres sobre cuestiones literarias y artísticas.30 Miembro de la generación del 20, murió tras sufrir serias heridas durante el terremoto de 1976, que destruyó parcialmente a Guatemala y heredó su biblioteca y residencia a la Universidad de San Carlos de Guatemala.
Héctor Gaitán
Enrique Gómez Carrillo
Clemente Marroquín Rojas
Francisco Méndez Escobar (1934-1962): Como periodista aficionado se inició en su pueblo -Joyabaj, Quiché y en la ciudad de Quetzaltenango, a donde llegó cuando tenía 20 años de edad; pero su profesión como tal se desarrolló a partir de 1934, cuando el director de El Imparcial, Alejandro Córdova, lo contrató como redactor para ese diario. Pronto ascendió a jefe de redacción y ocupó ese puesto hasta su muerte. Fue contemporáneo de Mario Monteforte Toledo, Manuel Galich y Carlos Samayoa Chinchilla, con quienes formó parte de la generación del 30 o grupo Tepeus y escribió una poesía que trasciende por su universalidad y —en el caso de sus relatos— por su aporte al criollismo. Sus poemas fueron bien acogidos, elogiados e incluso apadrinados por César Brañas.
David Vela Salvatierra (1901-1992): Perteneció a la «Generación de 1920»Nota 5 12 11 y fue coautor del himno universitario La Chalana; fungió como primer presidente de la Asociación de Estudiantes «El Derecho» (1920) y fue uno de los iniciadores del deporte universitario en 1922. También estuvo entre los fundadores de la Universidad Popular en 1922. Sus actividades periodísticas quedaron plasmadas en órganos divulgativos como redactor de El Estudiante, editor y redactor de las revistas Electra (1922) y Studium (1920). En junio de 1944 fue parte de los 311 ciudadanos que firmaron un memorial solicitando al presidente Jorge Ubico Castañeda la reinstauración de las garantías constitucionales en Guatemala Nota 6 32 Perteneció a la Academia Guatemalteca de la Lengua y a la Sociedad de Geográfica e Historia de Guatemala. Sus estudios sobre literatura e historia son fundamentales para analizar la cultura de Guatemala.33 Fue director de El Imparcial hasta la desaparición de éste.

Poetas

Ramón Aceña Durán (1895-1945): farmacéutico, poeta, dramaturgo y periodista. Perteneció a la «Generación de 1920»12 y escribía bajo el seudónimo El Príncipe Feliz. Fue director en jefe del periódico Excélsior en México, y Secretario de la Universidad Nacional de Guatemala. Publicó diversos libros y obras.
Humberto Akabal (1952- ): poeta de la etnia maya k’iche’. Piensa y escribe sus poemas en idioma k’iche’ y se autotraduce al español. En la actualidad es uno de los poetas guatemaltecos más conocidos en Europa y Sudamérica. Sus obras han sido traducidas al francés, inglés, alemán, italiano, portugués, hebreo, árabe, escocés, húngaro y estonio.
Otto René Castillo (1936–1967): poeta, activista y combatiente guerrillero guatemalteco. Es conocido por su poema Vamos patria, a caminar.
Alaíde Foppa (1914-1980): poetisa, escritora, feminista, crítica de arte, profesora y traductora.38 de ascendencia guatemalteca por parte de madre y argentina por la vía paterna. Vivió como exiliada en México, país donde se casó con Alfonso Solórzano, también guatemalteco, en donde nacieron tres de sus cinco hijos, y en donde escribió gran parte de su obra poética. Tuvo un hijo con el presidente Juan José Arévalo en la década de 1940. Durante la década de 1970 algunos de sus hijos se involucraron con la guerrilla guatemalteca, específicamente con el Ejército Guerrillero de los Pobres (EGP). El año 1980 sería trágico para la familia de Alaíde Foppa: su hijo Juan Pablo, quien militaba en el Ejército Guerrillero de los Pobres (EGP) de la guerrilla guatemalteca murió en Nebaj, El Quiché, su esposo Alfonso Solórzano murió atropellado en la ciudad de México y ella misma fue secuestrada y desaparecida en Guatemala.

Otros escritores guatemaltecos del siglo XX

Nota 7

Manuel José Arce Leal.
Margarita Carrera
Franz Galich
Dante Liano
Luis de Lion
Luz Méndez de la Vega (1919-2012)
Adolfo Méndez Vides
Lucrecia Méndez de Penedo
Augusto Monterroso
Mario Monteforte Toledo
Carlos Navarrete Cáceres (1931-).
Ana María Rodas
Rodrigo Rey Rosa
Isabel de los Ángeles Ruano
Carlos Solórzano
Arqueles Vela

Fuente de información:

http://es.wikipedia.org/wiki/Literatura_de_Guatemala