Poetas de Honduras

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Ramón Ortega

Ramón Ortega fue un poeta originario de Honduras, nacido en la ciudad de Comayagua en el año 1885 y fallecido en Tegucigalpa en 1932. Se considera uno de los más importantes exponentes de la poesía moderna de su tierra. Se conoce que pasó un tiempo en el extranjero, durante el cual se formó académicamente; cuando regresó a su país, comenzó a trabajar para el gobierno. Como escritor recibió críticas opuestas: por un lado fue acusado de simplificar el lenguaje y eliminar el brillo de la lírica que había predominado hasta su surgimiento; en el extremo contrario se encuentran quienes valoran su obra y la ubican en lo más alto del arte hondureño de su época.
Cabe mencionar que no fue un autor muy prolífico, dado que desde muy joven debió enfrentar una serie de trastornos psíquicos que le arrebataron su creatividad y la paz necesaria para sentarse a escribir. Esto se compensa, según sus admiradores, con la calidad de sus escritos y no deja a sus lectores con una sensación de vacío. De sus obras más conocidas se pueden mencionar «El amor errante» y «Flores de Peregrinación«. A continuación es posible leer algunos de sus poemas, tales como «Verdades amargas«.

El amor errante

Filas de caserones de vieja arquitectura
que en el frontón ostentan el signo de la cruz.
Sobre la calle hosca pasa la noche oscura
como un fúnebre paño. Ni una voz, ni una luz.En esta casa tuya, quizás, en las ojivas,
entre el silencio grave de la calleja sola,
tejieron un murmullo de pláticas furtivas
un linajudo hidalgo, y una dama española.Más hoy es ¡oh, señora! un rondador nocturno,
un bardo trashumante de rostro taciturno
quien coloca la ofrenda de amor en tus umbrales.Y quien, bajo la noche, frente al balcón florido,
se angustia al ver el sacro blancor de tu vestido,
que cruza vagamente detrás de los cristales.


 

Clementina SuárezClementina Suárez nació el 12 de mayo de 1902 en Juticalpa (Honduras) y falleció en 1991. Es una de las poetisas hondureñas más imprescindibles de la poesía vanguardista de este país, aunque no ha conseguido hacerse tan famosa, probablemente porque ya sabemos que la poesía no es una afición multitudinaria.
En Honduras recibió el mote (sobrenombre) de la «Mujer Nueva» por su forma bohemia de entender la vida, entablando grandes amistades con hombres, vistiendo pantalones cortos y viviendo de una forma independiente; esto hizo que muchos la criticaran pero ella no se dejó influenciar, continuó haciendo lo que amaba y se convirtió en la primera mujer que publicó un libro en Honduras.
Sus últimos segundos de vida deben haber sido terribles, ya que murió asesinada en la galería de su casa en Tegucigalpa, completamente sola y olvidada.
En esta web podrás acercarte a alguno de los poemas de Clementina, tales como «El regalo» y «Lamentos en el espacio«. En ellos se comprenden los rasgos típicos de su poesía, llena de símbolos y a la vez muy clara y directa; un espacio donde hay cabida para el dolor, la ternura, los afectos y también para la denuncia. Esperamos que los disfruten.

Amor salvaje


Amor salvaje.¡Qué bien estás,
desgarrándome toda!Amor salvaje.¡Qué bien estás,
amenazando mi vida!Amor salvaje.Qué bien estás,
contenido en lo inexplicable.

Roberto SosaRoberto Sosa fue un conocido poeta nacido en la ciudad hondureña de Yoro, el 18 de abril del año 1930. Con respecto su formación académica, estudió artes visuales en una facultad de Estados Unidos. Aparte de su producción poética, tuvo a cargo la dirección de diversas revistas de interés literario y centros de exposición de arte, y fue colaborador de muchas publicaciones periodísticas de Latinoamérica. Por otro lado, dio cátedra de literatura en una universidad norteamericana. Su carrera como escritor le trajo grandes reconocimientos a nivel internacional; en el año 68, por ejemplo, se convirtió en la primera persona de América Central en recibir el Premio Adonáis de Poesía, uno de los más prestigiosos del continente europeo. Un ataque al corazón acabó con su vida el 23 de mayo de 2011, mientras se encontraba en Tegucigalpa.
Entre sus libros publicados a lo largo de sus más de cuarenta años de carrera, se encuentran «Los pobres«, «Un mundo para todos dividido» y «Hasta el sol de hoy«. Cabe señalar que sus obras han sido traducidas a varios idiomas de todo el mundo, tales como el alemán, el italiano y el japonés. El poema «De niño a hombre» encabeza nuestra selección de su poesía.

De niño a hombre

Es fácil dejar a un niño

a merced de los pájaros.Mirarle sin asombro
los ojos de luces indefensas.Dejarle dando voces entre una multitud.No entender el idioma
claro de su medialengua.O decirle a alguien:
es suyo para siempre.Es fácil,
facilísimo.Lo difícil
es darle dimensión
de un hombre verdadero.


 

José Antonio DomínguezJosé Antonio Domínguez fue un poeta proveniente de Honduras, nacido en Juticalpa, en el departamento de Olancho, en el año 1869. Luego de haber completado sus estudios secundarios, comenzó a cursar Jurisprudencia y Ciencias Políticas en la universidad, carrera que completó y que le otorgó su licenciatura. Más tarde, obtuvo diversos puestos laborales para el gobierno, entre los que se cuenta su participación como Diputado en el año 1898 en Nicaragua. Lamentablemente, diferentes cuestiones personales que no son de público conocimiento lo llevaron a quitarse la vida a la edad de 34 años, más precisamente el 5 de abril del año 1903, en su ciudad de nacimiento.
Si bien Domínguez no llegó a explorar todos los rincones de sus sensibilidad como escritor, las obras que legó representan un importante patrimonio nacional para su tierra. Su estilo depurado y ornamentado resulta perfectamente adecuado a sus reflexiones, a la pasión con la que parece haber observado la vida, las relaciones humanas, y es destacable el hábil uso del lenguaje con el que disfraza el sufrimiento de anhelos, las frustraciones de deseos. Además de los libros que no llegó a publicar en vida, como «Primaverales» y «Últimos versos«, su nombre se asocia a algunos de sus poemas, tales como «Amorosa«, «Hojas«, «La musa heroica«, «Humana» y «Toques«.

Amorosa

Yo te he visto, en esa hora fugitiva

en que la tarde a desmayar empieza
doblar cual lirio enfermo la cabeza,
la cabeza adorable y pensativa.Y entones, más que nunca, sugestiva
se ha mostrado a mis ojos tu belleza,
como en un claro – oscuro de tristeza
con palidez que encanta y que cautiva.Y es que en tu corazón, antes dormido
el ave del amor ha hecho su nido
y entona su dulcísimo cantar.Y al escucharle, en ondas de ternura,
languidece de ensueños tu hermosura
¡Como un suave crepúsculo en el mar!

El periodista y escritor hondureño Juan Ramón Molina, considerado como uno de los más sobresalientes cultivadores del modernismo en territorio centroamericano, nació en Comayagüela el 17 de abril de 1875.

Juan-Ramón-MolinaEn su adolescencia vivió en Guatemala, donde asistió al Instituto de Occidente y se graduó como Bachiller en Ciencias y Letras.

Este hombre que se confesaba admirador de William Shakespeare reflejó en gran parte de su producción literaria una notoria influencia de Rubén Darío, a quien tuvo oportunidad de conocer en persona en 1892 mientras ambos se encontraban en Brasil.

Tras recorrer diferentes países, Molina permaneció un tiempo en España, donde trabajó para el diario “ABC”. Al regresar a su tierra natal en 1898, impulsa el surgimiento del periódico “El Cronista” y, un año más tarde, se suma como director al “Diario de Honduras”.

“Salutación a los poetas brasileños”, “Tierras, mares y cielos”, “Después que muera”, “El águila” y “Madre Melancolía” son parte de las creaciones de este autor que muchos apodaron como “El príncipe de la poesía latinoamericana”.

Cabe resaltar que, además de dedicar su tiempo a la literatura, Juan Ramón Molina se desempeñó por algunas temporadas como subsecretario del Ministerio de Fomento y Obras Públicas, así como también ocupó el cargo de subdirector en la Academia Militar.


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